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Ritual para el equinoccio de Otoño

Hay muchos rituales para el equinoccio de Otoño. El Otoño comienza normalmente el 23 de septiembre y termina con el solsticio de invierno el 21 de diciembre en el hemisferio norte.

Los equinoccios son los momentos del año en los que el Sol alcanza el cenit (el punto más alto en el cielo con relación al observador, que se encuentra justo sobre su cabeza). Este momento se da dos veces al año: el 20 o 21 de marzo y el 22 o 23 de septiembre.

La fecha oficial del equinoccio cambia todos los años debido a que el periodo orbital de la tierra no es exacto, tarda 365,24 días en dar una vuelta completa al Sol. 
 
Este desfase se ajusta gracias a los años bisiestos, así el equinoccio suele darse entre el 22 al 23 de septiembre.

Como curiosidad la luna llena más cercana al equinoccio se conoce como la Luna de Cosecha, debido a que marca el final de las siegas, los últimos momentos de recoger los frutos de las siembras. Este año 2020 la luna llena de cosecha es el 1 de octubre.
 
Es un periodo de abundancia ya que los almacenes están colmados de los frutos de las cosechas recogidas.
 
¿Estas preparada para el equinoccio 2020? ¿están tus cristales repletos de energia? 
 
Fiesta de  Mabon

¿Como celebramos el equinoccio de Otoño?

Mucho antes de la llegada de fiestas católicas, en culturas más antiguas y autenticas, se celebraba el equinoccio sin saber su sentido astrológico. Hacian cosas tipicas de Otoño: ir al bosque, recoger moras, higos, bellotas, resguadarse de la lluvia, recoger el trigo y almacenarlo para el invierno.
 
La entrada del otoño se llamaba "Día del banquete" ya que los campos estaban recogidos, a la espera del invierno que se avecinaba.

Los celtas honraban a Mabon (sin llamarlo así), en China a Chung Chiu, el Succoth de los judíos, las fiestas dionisiacas de los romanos, donde era tradición emborracharse del vino del año pasado hasta perder el conocimiento.

Es un momento propicio para agradecer a la madre tierra la abundancia. Este ritual ha de  realizarse en la semana de Mabon que va desde  el  21 de Septiembre al 29 de Septiembre.  
 
El mejor día sería el 22 a las 15:30. En este pequeño ritual te decimos como hacerlo apropiadamente. 
 
Bosque en otoño 2020

El Ritual para el equinoccio de Otoño (Hemisferio norte)

Vamos a necesitar:
  • Una vela naranja (o blanca, si no encuentras) pequeña.
  • Una copa de vino, cerveza o mosto.
  • Alguna fruta de temporada (higos, brevas, ciruelas, uvas, albaricoques, melocotón, bellotas, calabaza, moras...)
  • Un poco de harina de trigo en un cuenco
  • Algunas hojas secas recogidas de la calle o del campo
  • Un pedazo de citrino, blenda caramelo, ojo de tigre, ágata musgosa o alguna joya que tengamos que tenga alguno de estos minerales anaranjados
Al atardecer, coloca las hojas sobre una mesa que no vayas a mover o necesitar en unos días. Estas hojas serán la alfombra de nuestro pequeño altar. Enciende la vela, sirve la copa de vino, pela la fruta y córtala en trozos, dejando los pedazos y la piel en un platito. Sobre el plato de harina pon tu mineral. 

Como puedes ver, es un pequeño banquete. Medita durante unos minutos sobre la cera y las abejas, sobre la harina y el trigo, sobre la fruta y el árbol, sobre el vino y la vid, sobre las hojas, sobre el mineral y todo su recorrido hasta llegar a ti. 

Es momento de agradecer. 
 
Da las gracias por la abundancia, por el esfuerzo de tantas  personas, del trabajo en equipo, del regalo de la madre tierra te hace. 
 
Siente la unidad, el sudor compartido por todos para que tú puedas tener  un banquete. Siente la generosidad y como se vierte sobre tu gema. 
 
Velas en honor de  Mabon

Esa gema está cosechando y acumulando la energía que desprenden los otros integrantes del pequeño altar. Es una esponja, será un almacén de la abundancia.

Pasados esos minutos, bebete la copa y come la fruta, dejando los restos en el plato. Saborea con cuidado y atención los matices. Insisto, da las gracias a la Tierra por lo que tienes ante tus ojos.

Deja que la vela se consuma por entero, que se apague por si sola. Ella simboliza el paso del verano de luz al invierno de oscuridad. No hace falta que estés delante del altar, solo que seas consciente de este cambio.

Cuando la vela se apague, es tiempo de reflexión. Retira la copa y pon en una servilleta de papel o similar: los restos de la vela, la harina, la piel de la fruta y las hojas. Haz un paquete pequeño con ello  y entiérralo en el campo o en alguna maceta que no uses. (Lo ideal seria el campo, para devolver a tierra los nutrientes que no hemos necesitado).

La copa  y  la gema llévalos a la cocina. Enjuaga la copa  y con ese agua aclara el mineral y limpia los restos de harina que hubieran podido quedar.  La copa  ya puedes lavarla de manera habitual. 

El mineral ahora está cargado positivamente para todo el año. Es el receptáculo de las energías del verano, un pequeño almacén a tú disposición para pasar el  invierno.  
 
Lo has transformado en tu talismán personal y generador de energía. Úsalo con sabiduría. 
 
Llévalo puesto cuando necesites  un poco de energía extra, cuando te llenes de tristeza o melancolía.
 
Cuando lo mires, sentirás las fuerzas del verano, del esfuerzo que garantiza el éxito,  recordaras que tras el trabajo duro viene el tiempo de la abundancia.
 
mabon, tiempo de  cosecha

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